María, en silencio,
junto a San José,
sobre un borriquillo
marchan a Belén.
No encuentran posada,
un establo ven
y allá se cobijan
temblando los tres.
Ya ha nacido el Niño,
el Dios de Israel.
Hace un viento fuerte
y un frío cruel.
Le prestan su aliento
la mula y el buey.
Pastores y Reyes
le adoran también.
María sonríe,
sonríe José.
¡Cuidado! que Herodes
los quiere prender
y matar al Niño
por orden del rey.
Un angel, de noche,
despierta a José
y al lejano Egipto
huyen de Belén.
Sobre un borriquillo
cabalgan los tres.
Un Dios, hecho hombre,
María y José.