Al Niño Jesús

(De santa Teresa de Lisieux o Teresita del Niño Jesús (1873-1897))
Tú, Jesús, me conoces,
tú mi nombre conoces, y me llamas
con la dulce mirada de tus ojos…
Ellos me comunican tu palabra:
«Simple abandono, conducir yo quiero,
mi amada, tu barquilla».

Y con tu voz de niño, ¡oh maravilla!,
sólo con tu voz débil,
calmas el mar rugiente,
pones paz en el viento.

Si mientras brama la tormenta, ¡oh Niño!,
tú te quieres dormir,
posa tu linda cabecita blonda
sobre mi corazón.

¡Qué encantador sonríes cuando duermes!
Con mi canto más dulce
yo meceré tu cuna tiernamente,
¡Oh hermoso Niño mío!