Despiértame

(Lucas 21,36: Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre)
Despiértame, Señor, si me duermo,
y si acaso la alerta me falla
ven corrígeme con una vara;
pues hay que mantenerse despierto
y para recibirte dispuesto
porque es inminente tu llegada.
Si, por no prever, algo faltara,
y en pereza malgastase el tiempo,
después no servirían los lamentos
pues ya no contemplaría tu cara.

Amén.