(1 Pedro 1,3: Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva)
Del Cordero es la victoria,
hoy el cosmos tiene fiesta;
la vida vence en la gesta
a la tortura mortuoria.
Es para el Cristo la gloria,
quien tras trajinar amargo,
del pecado dio descargo
y la muerte nos fue quita,
cuando Él mismo resucita.
¡Cumplió, del Padre, el encargo!