de Dios que está siempre a nuestro favor;
más importante es seguir al Señor,
el resto que venga de modo infuso
y con lo material también incluso;
si confiamos en Él: ¡cero temor!
si confiamos en Él: ¡cero temor!
Somos la obra de su predilección;
¡digamos adiós a la preocupación!
Amén.
¡digamos adiós a la preocupación!
Amén.