(Daniel 12,2: Y muchos de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno)
Vida por siempre, al vencer el tiempo;
sinfonía infinita; ¡eternidad!
Algunos dicen ¿y será verdad?,
mas otros ya aguardan ese concierto.
Mejor no espero ser yo ya un muerto
para, resurrección, saber si habrá;
mi actual certeza es la seguridad
que de la muerte ya Jesús ha vuelto.
Amén.