Enviado por Dios

(Juan 1,29: Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo)
Enviado por Dios, nos has traído el fuego
del bautizo, con tu Espíritu profundo;
Señor, refúndeme en tu crisol de nuevo
y el seguimiento a Ti hazlo en mí rotundo.

Amén.