¿Dónde vives?

(Juan 1,36-37: y mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús)
Emoción indescriptible
al saber que estás aquí;
de esta prolongada espera,
testigo seré del fin,
hoy mismo yo me he propuesto
conocer aun más de ti;
y no existe mejor modo
que a tu presencia ir;
será como aperitivo
de lo que será un festín.
Tú, maestro, ¿dónde vives?;
aproximación sutil;
cercanía y el contacto
que procura serte afín;
"ven conmigo y así verás"
puerta abierta para mí,
voy contigo, veo y creo;
a otros tengo que decir.

Amén.