El primer hecho salvífico

(Juan 1,9: La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre)
El primer hecho salvífico
del amoroso proyecto
de restaurar lo perdido:
es plenitud de los tiempos;
la inmensidad infinita
decide asumir un cuerpo
y bajando de lo alto
nace anonadado el Verbo.
El amor junto a humildad
son olores del momento;
amor del Padre, que al Hijo
ha enviado hacia estos suelos;
amor del Hijo, que es Dios
y baja a niño de pecho;
amor de madre en María
a un bebé con tantos riesgos;
y ausente no fue en José
que lo mostró con su esfuerzo.
¡Encarnado en la humildad!,
bien cercano a los pequeños;
en la tierra así sería
para darnos gran ejemplo.
Contemplemos hoy al niño,
la escena del nacimiento;
el amor que nos infunde
y que Él lleva hasta el extremo.

Amén.