(Lucas 1,67-68: Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente: Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo)
Bendito eres, Señor, porque a tu gente,
desde lo alto, procuras en el suelo,
preocupado; sin ser indiferente,
envías emisarios con consuelo;
tu oráculo, en profetas y videntes,
anuncia tu llegada inminente
pues ya vino el Bautista misionero.
Es la hora, ha llegado quien precede;
ha dicho que hay que enderezar senderos
y, lámparas, encender, porque vienes
con un bautizo de Espíritu y fuego.
Por la redención, también bendito eres:
ya no regirá el ángel del infierno
porque vencerás su reino de muerte
para darnos el Reino de los cielos.
desde lo alto, procuras en el suelo,
preocupado; sin ser indiferente,
envías emisarios con consuelo;
tu oráculo, en profetas y videntes,
anuncia tu llegada inminente
pues ya vino el Bautista misionero.
Es la hora, ha llegado quien precede;
ha dicho que hay que enderezar senderos
y, lámparas, encender, porque vienes
con un bautizo de Espíritu y fuego.
Por la redención, también bendito eres:
ya no regirá el ángel del infierno
porque vencerás su reino de muerte
para darnos el Reino de los cielos.
Amén.