Lectura orante del Evangelio de la Fiesta de San Marcos, Evangelista: Marcos 16,15-20


Orar con el Evangelio de Cristo

Ven Espíritu Santo en mi auxilio,
pues voy a orar con el Evangelio de Cristo;
con aquellas Palabras que Él nos dijo
en un tiempo, para todos los siglos;
para yo acogerlo cuento contigo,
no sólo entender, también vivirlo,
siendo transformado para ser testigo
sin temor, y capaz de difundirlo.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Marcos 16,15-20: En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».

Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

b) Contexto histórico y cultural

El pasaje del día de hoy es la conclusión del Evangelio según San Marcos; en él, Jesús asciende al Cielo, asumiendo la gloria que siempre tuvo al lado de Dios Padre, delegando en sus discípulos su misión evangelizadora.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Anuncia como puedas

Anuncia como puedas,
de Dios, la Buena Nueva,
pues cuando a Cristo eleva
su Espíritu se queda.

Ve sal y vete fuera,
de voz o con las letras,
que mucha gente espera
salir de las tinieblas.

Jesús será tu fuerza,
su Espíritu en las venas,
comienza ya y enseña
que el Evangelio llega.

3. Oración

Buscas obreros de Dios

Buscas obreros de Dios
para auxiliar a la gente;
que tu mensaje les llegue,
y compartan la misión.

Hoy Tú me envías, Señor,
al pueblo a anunciarte,
sus dolencias aliviarles,
y a alegrar su corazón.

"Llega el Reino de Dios"
será el divino mensaje
que, a la mies, mi boca pase;
¡presto te sirvo, Señor!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

Envíame a mí

Envíame a mí a esa labor;
si nadie va, que vaya yo;
si sólo hay dos, uno sea yo;
si hay pocos, aquí estoy, Señor;
y si muchos van, también yo.

Amén.