Solamente Dios

(Del diario de san Rafael Arnaiz)

De una cosa me tengo que convencer:
Todo lo que hago es por Dios.
Las alegrías El me las manda;
las lágrimas, Él me las pone;
el alimento por Él lo tomo,
y cuando duermo por Él lo hago.
Mi regla es su voluntad,
y su deseo es mi ley;
vivo porque a Él le place,
moriré cuando quiera.
Nada deseo fuera de Dios.
Que mi vida sea un "fiat" constante.
Que la Santísima Virgen María me ayude
y me guíe en este breve camino
de la vida sobre el mundo.