¿Hasta cuántas veces está permitido a los fieles comulgar en un mismo día?


Recientemente una persona me preguntaba que cuál era el número máximo de veces que se permitía a un fiel recibir el Cuerpo de Cristo en el transcurso de un día. Dado que para muchos no es infrecuente la participación en más de un evento religioso al día, y al no ser la primera vez que alguien me aborda con el mismo tema, he querido esclarecerlo en esta página, a la luz de lo que dicen los documentos de la Iglesia, para todos aquellos que pudiesen tener la misma interrogante.

Son abundantes los documentos de la Iglesia y los escritos de santos y teólogos acerca de la Eucaristía. En tanto que el Catecismo de la Iglesia Católica desarrolla una extensa doctrina sacramental sobre este tema, que todos debemos estar interesados en conocer; sin embargo no es la intención de este breve artículo profundizar en la inmensidad de esa gracia que quiso dejarnos el Salvador como alimento y compañía para nuestro caminar con Él y hacia Él.

Nos limitamos por tanto en citar un par de textos de nuestro Catecismo que en su numeral 1375 nos dice que: "Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento". Por otra parte, en el numeral 1389 la asiduidad es estimulada, cuando nos expresa que: "...la Iglesia recomienda vivamente a los fieles recibir la santa Eucaristía los domingos y los días de fiesta, o con más frecuencia aún, incluso todos los días".

De modo que para un creyente, consciente de esa presencia divina en el Pan Consagrado que se recibe al momento de comulgar, y que sabe la importancia de la comunión frecuente, conocer hasta donde puede llegar en esa frecuencia, sin exceder el límite, reviste una gran importancia a fin de estar absolutamente seguro de que se esté actuando correctamente.

Sin embargo, tenemos que comprender que el Catecismo, por sí sólo, no puede dar todas las respuestas particulares a cada pregunta situacional que pudiese surgir en la vida de fe del cristiano, ya que su extensión tendría que ser casi infinita; por tanto, no existe en él una respuesta numérica concreta al asunto que nos ocupa en este tema; más bien, al exponer acerca de la Eucaristía, éste valioso documento nos manifiesta principalmente la importancia, grandeza y significado de tan sublime y excelso misterio que contiene este Sacramento, así como la actitud con que debemos aproximarnos a él.

En ese sentido, otros documentos y reflexiones de la Iglesia pueden complementar y ayudar a dar la respuesta a la cuestión que ha sido formulada.

El Código de Derecho Canónico, que es el conjunto de las normas jurídicas que regulan la organización de la Iglesia Católica, expresa lo siguiente:
917 Quien ya ha recibido la santísima Eucaristía, puede recibirla otra vez el mismo día solamente dentro de la celebración eucarística en la que participe, quedando a salvo lo que prescribe el canon 921 § 2.
918 Se aconseja encarecidamente que los fieles reciban la sagrada comunión dentro de la celebración eucarística; sin embargo, cuando lo pidan con causa justa se les debe administrar la comunión fuera de la Misa, observando los ritos litúrgicos.
919 § 1. Quien vaya a recibir la santísima Eucaristía, ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas.
§ 2. El sacerdote que celebra la santísima Eucaristía dos o tres veces el mismo día, puede tomar algo antes de la segunda o tercera Misa, aunque no medie el tiempo de una hora.
§ 3. Las personas de edad avanzada o enfermas, y asimismo quienes las cuidan, pueden recibir la santísima Eucaristía aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior.
920 § 1. Todo fiel, después de la primera comunión, esta obligado a comulgar por lo menos una vez al año.
§ 2. Este precepto debe cumplirse durante el tiempo pascual, a no ser que por causa justa se cumpla en otro tiempo dentro del año.
921 § 1. Se debe administrar el Viático a los fieles que, por cualquier motivo, se hallen en peligro de muerte.
§ 2. Aunque hubieran recibido la sagrada comunión el mismo día, es muy aconsejable que vuelvan a comulgar quienes lleguen a encontrarse en peligro de muerte.
§ 3. Mientras dure el peligro de muerte, es aconsejable administrar la comunión varias veces, en días distintos.

Como vemos, el canon 917 expresa que aquellos que ya han comulgado en un día pueden recibir "otra vez" la santísima Eucaristía "dentro de la celebración eucarística". Sin embargo, parece que el "otra vez" no era lo suficientemente claro, para algunos, respecto a si se refería a una vez más o a varias veces más.

Esa duda fue aclarada en el año 1984 con una interpretación de la Comisión Pontificia competente a dicho tema. A continuación reproduzco un esclarecedor párrafo del documento: "La Eucaristía en el ordenamiento jurídico de la Iglesia" de fecha 12 de noviembre del año 2005, firmada por el Cardenal Herranz, presidente del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos, en que se refiere a esa aclaración, entre otros temas, y que está disponible en el sitio web del Vaticano:
Número de veces que se puede recibir la Comunión en el mismo día:
Ante las dudas surgidas al respecto, la suprema Autoridad ha afirmado la imposibilidad –por respeto y veneración a la Eucaristía cuya recepción no puede banalizarse– de recibir la sagrada Comunión más de dos veces al día. Con una Interpretación auténtica, del 11 de julio de 1984, la competente Comisión Pontificia respondió como sigue a la pregunta: «Si, a tenor del can. 917, el fiel que ya ha recibido la Santísima Eucaristía, puede recibirla en el mismo día solamente otra vez, o siempre que participa en la celebración eucarística». La respuesta fue: «Affirmative ad primum; negative ad secundum».

En resumen, los documentos citados permiten esclarecer lo suficiente, proporcionando satisfactoriamente la información requerida para responder a la interrogante planteada; por tanto podemos concluir que:

1. La razón

Limitar el número de veces en que los fieles pueden comulgar en un mismo día persigue resaltar la importancia de la Comunión, evitando un trato meramente superficial al Cuerpo de Cristo; se busca fomentar que se viva de modo solemne la espiritualidad de ese momento, así como evitar que por una repetitividad mecánica del acto se pudiese perder, siquiera momentáneamente, la conciencia de que es a Cristo mismo a quien se está recibiendo.

2. El número máximo en un día es dos, pero con una condición

A los fieles que ya hayan recibido el Santísimo Cuerpo de Cristo en el transcurso de un día, sólo les está permitido comulgar una vez más ese mismo día, pero la segunda vez tiene que ser en una Celebración Eucarística; es decir, no puede ser en una celebración de la Palabra, tampoco en una asamblea o grupo de oración, ni en ninguna actividad paralitúrgica, a menos que se esté en peligro de muerte, en cuyo caso sí está permitido comulgar de nuevo, como viático, fuera de la Misa.

La respuesta dada en este artículo nos lleva a una frase que bien podría sernos de utilidad y servir para reflexión: "la cantidad es buena, sólo cuando es de calidad".

Espero que este texto explicativo haya podido satisfacer la inquietud y deseo de conocimiento sobre un tema de tanta importancia, y que pueda contribuir a la conducción de los fieles al debido y correcto respeto y veneración del Cuerpo de Cristo que se encuentra presente en la especie eucarística que se recibe en la Comunión.