Alegría, que empieza un día de afán;
ya muy pronto habrá palpitaciones
al corazón con las preocupaciones;
de la cabeza, dolores vendrán;
el frío y el calor no faltarán;
igual, mareos y complicaciones,
falta de tino y equivocaciones;
y los olvidos también estarán.
Para no ir hoy a la funeraria,
que de Dios venga paz y fortaleza;
porque, en la vida, prueba es necesaria:
le da a nuestros sentidos agudeza,
nos aproxima a Dios en la plegaria,
y, si la vida está sosa la adereza.