Hojas caen del calendario;
ya caduca, se disuelve;
cuando pasa, ya no vuelve,
aunque no así el afán diario.
Cuando un año terminó,
"¡ya por fin!", alguien dirá;
ya caduca, se disuelve;
cuando pasa, ya no vuelve,
aunque no así el afán diario.
Cuando un año terminó,
"¡ya por fin!", alguien dirá;
pensaba: "¿no acabará?";
bonanza, a otro, deparó,
ese tiempo que pasó
subiéndole de peldaño.
Conmigo no fue tacaño;
Conmigo no fue tacaño;
confié en Dios, mi suplidor,
que me dio pan y su amor,
que a El pido en el nuevo año;
y aunque sigan los afanes
que requieren acrobacias,
también por ellos doy gracias;
¡de Dios, buenos son los planes!
que requieren acrobacias,
también por ellos doy gracias;
¡de Dios, buenos son los planes!
Amén.