Y no es redundancia,
más bien la abundancia
que encuentro este día.
¡Alegre está el cielo!
con un sol radiante
un ave cantante
me invita a su vuelo;
nubes blanco yeso
que forman camadas
traen carcajadas
de un trueno travieso;
se alegra la tierra
siendo humedecida;
y al ser bendecida
gozo desencierra;
con su risotada
el asno rebuzna;
nada le espeluzna,
ni carga pesada.
Mi alegre Señor,
tu alegría acojo,
se va todo enojo
y el mundo es mejor.
Amén.
con su risotada
el asno rebuzna;
nada le espeluzna,
ni carga pesada.
Mi alegre Señor,
tu alegría acojo,
se va todo enojo
y el mundo es mejor.
Amén.