¡Aleluya!

(Juan 20,22: También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar)
Había tristeza con trastorno mucho;
repetían las mentes aquel dolor
en medio de tu extremada pasión;
parecía ganar el mal del mundo.

Pero gran alegría quitó el luto
cuando la vida le gana a la muerte
y ya resucitado al mundo vuelves
manifestando que tu luz se impuso.

Tan inmenso es el gozo por tu triunfo,
que es una fiesta que tengo interior;
y rebosante de gran emoción,
cantándote ¡Aleluya! yo te exulto.