Mi único Maestro

(Mateo 23,2-3: Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen)
Tú, Señor, mi único Maestro,
de tu Padre, me has hecho hijo.
Otros "maestros" son desprestigio,
pues quieren serlo por el puesto;
y no son padres, son siniestros,
que buscan "hijos" para guiso;
como "doctores", sólo capricho,
pues su saber es todo inverso,
que utilizan con fin funesto
por pecaminoso y podrido.
En cambio Tú, que eres el Cristo
tienes un saber verdadero;
y con tu vida diste ejemplo
que el título es para el servicio.