Si antes me llega el Alzheimer
en lo que aguardo mi hora
se borrarán los recuerdos,
lo que paso hace una hora;
no servirá ni una agenda
tampoco colocar notas;
los rostros, al serme nuevos,
sus nombres hasta se borran.
Dones, Señor, yo te pido
para todas las personas
que trajinarán conmigo,
ya que fácil no es esa obra;
aguante con lo que digo
o si repito las cosas,
y si hay gestos indebidos
o sale una palabrota
son defectos de consciencia:
malas células nerviosas.
Para mí, Señor, suplico
no tanto la cura docta
y hasta mucho sería pedir
la sanación milagrosa
pues mortales aquí somos
y el tiempo algún día se agota,
más bien, que lo que me has dado:
amor, noción salvadora,
y la unción de tu Espíritu,
aunque ya no ore mi boca,
estén en circuito activo
con las últimas neuronas.
Amén.