Con las últimas neuronas

(Eclesiastés 1,17: Me dediqué a conocer la sabiduría, la ciencia, la locura y la necedad, y advertí que también eso es correr tras el viento)
Si antes me llega el Alzheimer
en lo que aguardo mi hora
se borrarán los recuerdos,
lo que paso hace una hora;
no servirá ni una agenda
tampoco colocar notas;
los rostros, al serme nuevos,
sus nombres hasta se borran.
Dones, Señor, yo te pido
para todas las personas
que trajinarán conmigo,
ya que fácil no es esa obra;
aguante con lo que digo
o si repito las cosas,
y si hay gestos indebidos
o sale una palabrota
son defectos de consciencia:
malas células nerviosas.
Para mí, Señor, suplico
no tanto la cura docta
y hasta mucho sería pedir
la sanación milagrosa
pues mortales aquí somos
y el tiempo algún día se agota,
más bien, que lo que me has dado:
amor, noción salvadora,
y la unción de tu Espíritu,
aunque ya no ore mi boca,
estén en circuito activo
con las últimas neuronas.

Amén.