(Marcos 12,15: Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario»)
y dirigentes de estados
a todos sus gobernados,
tratándolos como bueyes.
Dios tiene inversas las leyes:
a Él le gusta tributar;
su vital ley es amar,
la moneda es el amor
y su Hijo el repartidor;
¡de ese tributo, a dar!
Amén.
Amén.