(Salmo 113,3: Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor)
Un tenue resplandor
surge entre las brumas
y a la noche esfuma;
triunfante sale el sol
radiando su esplendor
desde las alturas
a todas las creaturas
diciendo: ¡Dios me envió!
Disfrutando yo
Disfrutando yo
con tanta hermosura
que, de verla, cura,
lo que el ayer causó.