Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo C) de la Semana 23 del Tiempo Ordinario: Lucas 14,25-33


Desciende ahora, Espíritu Santo

Desciende ahora, Espíritu Santo,
y rebosa con tus dones
a nuestros corazones,
para quitar obnubilación y manto
al mensaje sacrosanto
que en la Santa Palabra expones,
purifique nuestras intenciones
y calme y evite actual y futuro llanto.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 14,25-33: En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»

b) Contexto histórico y cultural

El seguimiento a Jesús requiere es una opción libre, pero radical, que no es compatible con la ambigüedad; el Señor advierte, a la muchedumbre que le ha seguido a oírle, que requiere sacrificios que podemos equiparar a cruces.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Amarte más que todo

Amarte más que todo,
que nada se anteponga;
que todo se deponga,
pues a tu lado es poco.

Es ese sólo el modo
con el que se prolonga
la gracia que otorgas
de abandonar el lodo.

Amén.

Ineludible es la cruz

Ineludible es la cruz
si a Cristo voy a seguir;
si la trato de rehuir,
de Jesús, no veré luz;

porque si Él cargo con ella
y, de su Padre, me hizo hijo,
del Hermano, el crucifijo,
en mí dejará su huella.

Aunque la cruz sea dolor
y pesado sufrimiento,
no me importe su tormento;
soporte dame, Señor.

Amén.

3. Oración

Cálculo

Cálculo hecho:
eterna estancia
con tu substancia
allá en el Cielo;
jamás ya muero;
con tu fragancia
sólo ganancia.
¡Qué más yo quiero!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A la opción radical por Jesús
y a su seguimiento
se me invita en este día;
con mis cruces, detrás de Él voy,
con la ayuda de Dios;
esa es mi acción.
Amén.