A ti que eres mi hermano

(Mateo 18,15: Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano)
A ti que eres mi hermano:
cuando el camino dejo,
corrígeme si peco;
hazlo con algún tacto
a solas, a mi lado,
sin ese tono seco;
y si yo no enderezo
mi rumbo equivocado,
a quien le sale caro
es a mí, porque pierdo
a un amigo bueno
que ha hecho lo mandado.

Amén.