Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo C) de la Semana 12 del Tiempo Ordinario: Lucas 9,18-24


El Espíritu de Dios pedimos en este momento de oración con la Santa Palabra, para que nos asista y anime para entender el mensaje que nos trae, y para aplicarlo en nuestro diario vivir. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 9,18-24: Y sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los discípulos y Él les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado». Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contestó: «El Cristo de Dios». Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie.

Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día». Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará».

b) Contexto histórico y cultural

De camino en uno de sus viajes, después de cierto tiempo de convivencia con sus discípulos, en el que han compartido otros numerosos viajes, predicaciones y sanaciones, Jesús conversa con ellos sobre las impresiones y expectativas existentes respecto a su persona; pero la finalidad es comenzar a instruirles sobre las insólitas características de su mesianismo, relativas a la cruz.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Interrogantes

Hay interrogantes del cristianismo
para hacernos a nosotros mismos:
¿Quién es Jesús, a la gente decimos?
¿Él es el Mesías, o es sólo un mito?
¿De su señorío, qué es lo que digo?
¿Jesús es Señor, o eso es sólo un dicho?
¿Y sobre la cruz y su sacrificio?
¿Vano dolor, o fue mi beneficio?
¿Mi relación con Dios, cómo la vivo?
¿Gracias a Jesús, ya me siento hijo?
¿A quién anuncio cuando yo predico?
¿Jesús es la luz, o soy yo quien brillo?
Cuestiones que definen el camino
de cada uno hacía Jesús, el Cristo;
si con ellas corrijo mis desvíos,
que sean de Dios los pensamientos míos.

A todos se nos da una cruz

A todos se nos da una cruz
que muchos tratan de eludir
pues no es fácil de admitir
ya que recuerda al ataúd.

Sufrimiento parece pus
que nadie quisiera sentir,
tampoco tener sobre sí,
ya que más bien es un tabú;

mas ¿cómo nos salvó Jesús?;
lo hizo con su propio sufrir;
su amor nos mostró al morir
sin que se extinguiera su luz.

Yo tengo que tomar mi cruz,
si a Cristo es que quiero seguir;
me tengo que negar a mí
y así alcanzaré su virtud.

Amén.

3. Oración

Gracias, Señor,
por esa muerte en la cruz,
con la que me salvaste;
eres mi Señor, Salvador y Mesías.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A reconocerte como Señor,
y a anunciarte como tal,
estoy invitado en el día de hoy;
eso haré siempre;
con tu ayuda Señor.
Amén.