(Juan 14,6: Jesús le respondió: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí)
Señor, ya Tú me mostraste el camino,
ahora quiero iniciar ese viaje;
no es necesario comprar un pasaje
para emprender el trayecto divino.
requerido no es ningún equino,
que nadie piense usar un carruaje,
y mucho menos llevar equipaje
para llegar al preciado destino.
Tú eres la ruta, Señor, el amigo
que transmitiéndome su buen linaje
me ha proporcionado gratis guiaje
a la mansión eterna que persigo.