Lectura orante del Evangelio del 12 de Enero - Navidad: Juan 3,22-30


De tu Espíritu Santo, Señor, pedimos el auxilio al orar tu Santa Palabra ahora; que nuestro entendimiento nos abra y el corazón nos ablande para discernir y acoger cuanto has decidido comunicarnos en este día, y que lo convirtamos en acción en nuestra cotidianidad. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Juan 3,22-30: En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea, donde pasó algún tiempo con ellos, bautizando. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, donde había mucha agua. La gente acudía y era bautizada. Esto sucedió antes que metieran a Juan en la cárcel.

Por entonces, algunos de los seguidores de Juan comenzaron a discutir con un judío sobre la cuestión de las purificaciones, y fueron a decirle a Juan: «Maestro, el que estaba contigo al oriente del Jordán, aquel de quien nos hablaste, ahora está bautizando y todos le siguen». Juan les dijo: «Nadie puede tener nada si Dios no se lo da. Vosotros mismos me habéis oído decir claramente que yo no soy el Mesías, sino que he sido enviado por Dios delante de él. En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y le escucha, se llena de alegría al oírle hablar. Por eso, también mi alegría es ahora completa. Él ha de ir aumentando en importancia, y yo, disminuyendo».

b) Contexto histórico y cultural

El ministerio de Jesús ha comenzado a crecer, ya no sólo en Galilea, también en la región de Judea, por lo que surge cierto celo entre algunos de los discípulos del Bautista que acuden a él a manifestar lo que parece ser una inconformidad.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Hicimos lo de nosotros

Ya hizo su entrada el novio,
le hemos preparado la mesa;
que empiece pronto la fiesta,
para Él serán los elogios.

Que su resplandor sea obvio
y su importancia ahora crezca;
nuestra alegría ya es completa,
pues hicimos lo de nosotros.

3. Oración

Como Juan

Preparando, como Juan,
el camino del Señor,
a Jesús sea el honor,
sin pretender yo brillar;
ya el salario llegará,
en anticipo, Él me amó;
¿y qué más querría yo?
¡Siempre por Él sea mi afán!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

Procurar el resplandor de Cristo,
sin yo pretender brillar,
es la invitación que se me hace en este día;
esa es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.