María y José

(Mateo 1,18: Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo)
Turbado diría ¿qué haré?,
ya ido el sueño de aquel hogar
que había albergado José;
dilema es, no desea el mal,
María encinta, y no es por él;
la idea bullente: cejar.

Sucedió el adviento aquel
soñando, el ángel le habló:
"no temas, es Emmanuel,
Dios, que en ella se encarnó;
cuida de ella y del bebé;
del mundo, Él es Salvador".

Libre al actuar fue José;
como justo, a Dios oyó.

María, callada, escuchaba
sin dudar, confiaba en Dios:
"yo soy, del Señor, la esclava;
venga al mundo el Redentor".

Dichosa mujer que acata
y el hombre justo que oye
la voz de Dios que les habla:
¡María y José, cuántos dones!
La cristiandad les aclama,
pues santos son con honores,
confiados a ustedes llama
y les pide intercesiones.

Amén.