Ave, María

(Lucas 1,26: En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret)
Ave, María, oye la noticia:
la gracia que te llena sale ahora,
de las mujeres eres bendecida
y dichosa; de ti, el Señor aflora.
Desde antes de nacer, fuiste escogida
como madre, del vientre la dadora;
del niño Dios, la ruta de venida,
y ya pura eres como engendradora.

¡Se le espera!, ya acaba ese letargo,
y es la hora de tu misión cumplir;
aunque turbada estás por ese encargo
esta es tu ocasión para decidir
con libertad, ningún convenio amargo,
aunque el universo ansiaba ese sí;
y hoy la respuesta todos disfrutamos:
"soy, del Señor, la esclava, hágase en mí".