¡Arde el Espíritu Santo!

(Lucas 1,39: En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá)
La noticia de Isabel:
¡su vientre, fértil fue ya!,
a María, añadió Gabriel;
motivo de visitar;

con la dulzura de miel,
su condición maternal,
alegres a igual nivel,
comparten: ¡gozo total!

Con el Señor y el profeta
en los vientres, ya hay saltos;
de lo que es dicha, no hay dieta:
¡arde el Espíritu Santo!