Ofrenda

(Lucas 21,3: y dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que todos»)
No es más importante ¿cuánto?
determinando el valor
en la ofrenda al Señor;
¡la actitud influye tanto!
Quien al pobre quita el manto
no vale dar un millón
o sufragar un montón;
pero, del necesitado,
aunque poco sea lo dado,
agrada a Dios la oblación.