Lectura orante del Evangelio del Martes de la Semana 32 del Tiempo Ordinario: Lucas 17,7-10


Tu Espíritu Santo necesitamos, Señor, en esta lectura en oración de tu Palabra que ahora iniciamos; para que aclare nuestras mentes y ablande nuestros corazones para percibir el adecuado sentido del mensaje que nos transmites con el Evangelio de este día, y para que lo recibamos con ánimo de cambio y conversión de vida en cada uno de nosotros. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 17,7-10: En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».

b) Contexto histórico y cultural

Como maestro, Jesús instruye a sus discípulos; la enseñanza del texto de hoy es relativa al servicio, elemento básico en el desempeño de su misión; Él es el servidor por excelencia, por tanto sus alumnos tienen que aprender a servir y convertirse en servidores.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Servir

Señor, la gloria es para ti,
yo sólo soy tu sirviente;
procuro atraerte gente
sin procurar mérito en mí.

Tú eres el ejemplo a seguir:
eres el siervo excelente;
quiero imitarte sonriente
en el trabajo de servir.

3. Oración

Un simple peón

Tan sólo un simple peón
tratando hacer su labor;
malo será el desempeño
si sólo es con propio esfuerzo;
auxíliame en mi función
para imitarte, Señor.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

Al servicio desinteresado,
se me invita en este día;
esa es mi acción,
con tu ayuda, Señor.
Amén.