Lectura orante del Evangelio del Martes de la Semana 26 del Tiempo Ordinario: Lucas 9,51-56


Al disponernos a orar con tu Palabra, te pedimos, Señor, la acción de tu Espíritu Santo para captar adecuadamente el sentido del mensaje que hoy nos comunicas con el Evangelio de este día, y que nuestro interior lo acoja dispuesto a convertirlo en obra vivida en la cotidianidad de cada uno de nosotros. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 9,51-56: Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.

b) Contexto histórico y cultural

El Evangelio según San Lucas nos presenta a Jesús en acción, en constante movimiento; ahora emprende el viaje a Jerusalén, pero atravesará varias ciudades y regiones en una especie de marcha hacia su meta final, enseñando, sanando enfermos y evangelizando con el anuncio del Reino.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Aunque te aguardan espinas

Aunque te aguardan espinas
y no un racimo de rosas,
al momento de tu hora
ávidamente caminas.

No habrá nada que lo impida,
es el Padre que convoca;
si Samaria no te aloja,
con el Cielo te cobijas.

3. Oración

Señor, dame un corazón tolerante
que aunque disienta con quienes me oponen
pueda incluso perdonar su actitud,
como nos enseñaste en tu vida
y al momento de tu muerte.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A imitar la persistencia de Jesús en alcanzar su meta,
se me invita hoy;
es mi acción, con tu ayuda, Señor.
Amén.