Lectura orante del Evangelio del Lunes de la Semana 20 del Tiempo Ordinario: Mateo 19,16-22


Danos la abundancia de tu Santo Espíritu, Señor, en este momento en que nos disponemos a orar con tu Palabra, para que nuestra mente capte el sentido de su mensaje, y se anime a convertirlo en obra en la vida cotidiana. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 19,16-22: En aquel tiempo, un joven se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?». Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos». «¿Cuáles?» —le dice él—. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo». Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?». Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

b) Contexto histórico y cultural

En su camino a Jerusalén, Jesús sigue atrayendo personas que quieren consultarle, ser sanados, e incluso acompañarle. Este rico le hace una consulta, procurando la vida eterna; Jesús le da una respuesta que en principio él haya sencilla, pero cuando es complementada con una aclaración y un llamado a la caridad y al seguimiento, se convierte en un dolor de cabeza para el rico.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Señor, seas Tú mi riqueza

Señor, seas Tú mi riqueza;
no permitas que el dinero
cierre mi entrada a tu Reino
pues, aún sea oro, es cadena
con que el maligno sujeta
si yo, al "tener", me doblego.
Los bienes pueden ser fieros
si me afectan la cabeza
llevándome a la bajeza
de ignorar quien tiene menos;
si impiden hacer lo bueno,
son, del corazón, pobreza
y me convierten en presa,
siendo yo quien me empobrezco.

Amén.

3. Oración

Sustento necesitamos

Sustento necesitamos,
y hasta ahorro es bienvenido,
pero se torna ambición
cuando hay afán desmedido
del dinero esclavizante
que comienza en apetito;
por eso, en muchos, riqueza
es, de condena, un peligro.
A mi, Señor, Tú me has dado
más de lo que necesito,
con una que otra escasez,
pero, en tu amor, soy muy rico,
y es motivo de agradecer;
si en bienes ahora me achico,
dame el pan de cada día
y ayúdame a compartirlo.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A la caridad estoy llamado en el día de hoy;
a compartir y practicar la misericordia
como camino a la vida eterna.
Amén.