Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo A) de la Semana 20 del Tiempo Ordinario: Mateo 15,21-28


Padre Santo, en el nombre de tu Hijo Jesús, pedimos la acción del Espíritu Santo en este momento en que vamos a orar con tu Santa Palabra; de ese modo podremos ser iluminados para entenderla, y animados para cumplirla. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 15,21-28: En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando». Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel». Ella los alcanzó y se postró ante Él, y le pidió de rodillas: «Señor, socórreme». Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos». Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos». Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento quedó curada su hija.

b) Contexto histórico y cultural

Tiro y Sidón; dos ciudades de El Líbano, distantes unos 32 km una de la otra: Jesús sale del territorio de Israel, y se va a tierra pagana; es un anticipo de la labor universal misionera que asignaría a sus discípulos al cabo de su misión en la tierra.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

La humildad

La humildad obtiene más logros
que reclamación insensata.
¿Por qué una exigencia porfiada
si la decisión es del otro?

No consigue un proceder hosco
que una petición sea escuchada;
la fórmula a ser aplicada:
confianza y evitar ser tosco.

Tú, como Dios lo alcanza todo,
ora con actitud confiada,
pide sin ofender en nada,
y el Señor premiará tu modo.

Amén.

3. Oración

Dame humildad, Señor;
que pueda entender
que todo es gracia
de parte tuya
en mi vida.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A orar y pedir,
a presentar al Señor mis necesidades
con confianza y humildad,
estoy llamado hoy;
eso haré.
Amén.