Lectura orante del Evangelio de la Fiesta de San Santiago, Apóstol: Mateo 20,20-28


A los Apóstoles, tu Espíritu les dio dones

A los Apóstoles, tu Espíritu les dio dones,
para que cumpliesen sus misiones;
en esta fiesta de uno de tus enviados
queremos también ser afortunados,
y que tu Santo Espíritu nos de sus dones
al orar el Evangelio que hoy nos propones,
para que captemos el mensaje claro
y que en nuestra vida sea aplicado.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 20,20-28: En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre».

Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».

b) Contexto histórico y cultural

El Apóstol Santiago, hermano de Juan e hijo de Zebedeo y Salomé, era uno de los discípulos más cercanos a Jesús, y uno de los primeros en ser llamados por el propio Señor para seguirle. Probablemente era de Betsaida de Galilea, y murió martirizado por orden de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Apóstoles

Apóstoles, los emisarios,
que en esa divina misión
anunciaron la salvación
a un mundo muy necesitado;
al momento de ser llamados
escucharon la viva voz
del mismo Cristo, Hijo de Dios,
convirtiéndoles en enviados;
y, aceptando aquel encargo,
bendita fue la decisión;
sin consulta ni discusión
no hubo que esperar ni un rato.
Ahora somos el reemplazo,
apóstoles del mundo de hoy;
les pedimos su intercesión
para realizar el trabajo
como lo hizo el grupo de antaño,
y que yo mismo, hoy, diga "voy"-

Amén.

3. Oración

Que sea yo el burrito

Señor, que sea yo el burrito
y no quiera ser jinete
aunque el trabajo sea fuerte;
porque tu ejemplo yo imito
cuando al hermano le sirvo
y, no, poniendo grillete.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A imitar el ejemplo de San Santiago,
que luego de buscar primeros puestos,
por desconocimiento del significado del Reino de Dios,
anunció a Jesús, enfrento la persecución,
y sufrió el martirio por la causa de Cristo,
estoy invitado en este día;
es mi acción, con la ayuda de Dios.
Amén.