Lectura orante del Evangelio del Sábado de la Semana 6 de Pascua: Juan 16, 23-28


Santo Espíritu

Santo Espíritu, de dones, fuente,
desciende a iluminar nuestras mentes
y a ablandar nuestros corazones;
para que así nuestras intenciones
con la Palabra de Dios se orienten,
y sintiendo como el Señor siente,
el mensaje que Él nos expone
lo convirtamos hoy en acciones.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Juan 16, 23-28: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado. Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre. Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre».

b) Contexto histórico y cultural

La relación del Hijo con el Padre es nuevamente explicada por el Señor a los discípulos, en este discurso de despedida de Jesús con sus discípulos; el Espíritu Santo, que también es un tópico central de esta conversación, será el encargado de aclarar todo en la confusa mente de estos hombres, luego de la hora del Señor.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Entrega especial

Él dijo: "pidan y se les dará"
por tanto, el que con fe al Señor ruega,
y confiado, pacientemente espera,
si le conviene, lo recibirá.

Es, en su Nombre, "entrega especial";
es decir, no es un envío cualquiera
pues lo pedido en su momento llega
sin ningún traspiés, con seguridad.

3. Oración

Señor, Tú nos has dicho que pidamos en tu Nombre; por eso me dispongo a pedirte con profusión ahora; te pido para que atiendas las necesidades espirituales, corporales y materiales de las siguientes personas o grupos:
-te pido por los lectores de este blog, en especial por los que en este día estarán orando con el Evangelio de hoy;
-también te pido por toda la Iglesia, por mi diócesis, por mi parroquia, por mi comunidad, por mi grupo de oración, por mi ministerio diaconal.
-también por el mundo entero, por mi país, por mi ciudad, por mi barrio, por el condominio donde vivo;
-igualmente te pido por las personas conocidas por mi y también por las que no son tan conocidas, cercanas o no a mi, pero que, a veces o frecuentemente, palpo sus carencias y necesidades;
-y finalmente te ruego por mi familia y por mi: por mi esposa, por mi hijo, y por todos nuestros familiares.
Tú conoces qué necesita cada persona o grupo de personas que te he citado; que una bendición especial tuya, repleta de tus dones, se derrame sobre todos nosotros en este día en que nos has pedido que pidamos en tu Santo Nombre, con la seguridad de que habremos de recibir.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A pedir, me invitas hoy, Señor;
¡a pedir se ha dicho!
eso hago, y estoy seguro que recibiré,
con la ayuda de Dios.
Amén.