Pretendida por muchos
cual, de indescriptible valor, gema,
no sólo es para duchos,
del pensamiento, crema,
ni, de filósofos, un común tema;
es gratuito tesoro
que es don, un regalo asequible
más valioso que el oro;
a todos disponible
y conocerla es imprescindible.
Hablo de la verdad,
que, de todo saber, es la esencia;
la total claridad
que ilumina conciencia
e indica, del Absoluto, presencia;
existe una sola.
La acomodada es siempre engañosa:
falsedades en ola.
La real es gloriosa:
es, por Jesús, redención bien copiosa;
ella abre los candados,
de los amarres es desatadora
que suelta encadenados
y sigue actuando ahora
como única Verdad liberadora.