Fe, esperanza y caridad,
las virtudes teologales;
los obsequios esenciales
que Dios da por su bondad.
¡Fe! ¡Creer sin aún ver!
Es confiar en las promesas
aún las rutas luzcan lesas,
el proyecto por caer,
y te digan: "no va a ser";
y aunque te llamen iluso,
en ti está de modo infuso,
pide, pídele a Dios fe;
en ti está de modo infuso,
pide, pídele a Dios fe;
ve a buscarla donde esté;
haz crecer lo que en ti Él puso
¡Nunca muera la esperanza!;
es abono de la espera
que al cansancio aligera
cuando crees que no se avanza
y te inquieta la tardanza.
Lo que Dios ha prometido,
ya será un hecho cumplido
espéralo con firmeza;
espéralo con firmeza;
puedes tener la certeza
pues, por Él, eres querido.
¡Que no falte Caridad!;
de las tres, más importante,
dice Pablo: está adelante.
Amar siempre; de verdad;
que haya solidaridad
al sufrimiento y dolor
como expresión del amor;
como expresión del amor;
combate desigualdades
para que a Dios siempre agrades
y consigas su favor.
Búscalas, pídelas ya,
pues son divina virtud;
pedirlas sea la actitud;
si las pides, Dios las da.