(Isaías 52,7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios!»)
Pies hermosos al servicio
de la causa del Señor;
No hay cansancio ni temor,
ni alto monte o precipicio
que impida hacer el oficio:
de la paz, el mensajero.
Esos pies, Señor, hoy quiero
sean los míos, aquí están;
hazlos, bellos en afán,
resistentes como acero.
Amén.