Mi ángel de la guarda

(Tobías 5,4a: Tobías salió a buscar un buen guía, que conociera el camino para ir con él a Media. Afuera encontró al ángel Rafael)
Si no es por él, que me exploto,
cuando rara ruta tomé;
cómo se llama, no lo sé;
Dios me lo dio y no lo noto:
un acompañante ignoto,
alguien que no se acobarda,
del peligro me resguarda
como, a Tobías, Rafael
en el sagrado texto aquel;
¡así es mi ángel de la guarda!