Como novio en cita
con su noviecita,
esperas por mí.
¡Siempre mi tardanza!;
y peor, hasta ausencia,
frialdad de demencia
y desesperanza.
Pero hoy tu presencia
me quita los velos,
derrite mis hielos,
me imparte tu esencia;
mantenme así;
Pan vivo del Cielo
bajado a mi suelo.
¡Sé que estás aquí!
Amén.