¡Sé que estás aquí!

(Juan 6,37: Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré)
¡Sé que estás aquí!
Como novio en cita
con su noviecita,
esperas por mí.

¡Siempre mi tardanza!;
y peor, hasta ausencia,
frialdad de demencia
y desesperanza.

Pero hoy tu presencia
me quita los velos,
derrite mis hielos,
me imparte tu esencia;

mantenme así;
Pan vivo del Cielo
bajado a mi suelo.
¡Sé que estás aquí!

Amén.