Revive en mí esos dones
de Dios, gratuito regalo;
Espíritu, con tu halo,
que sean para conversiones;
la mía que está apagada,
y de otros ya bautizados,
también de los alejados,
sin Dios, vida desgraciada.
Obsequios en el Bautismo;
los siento como dormidos,
por no decir que perdidos;
¡renazca mi cristianismo!
Saber qué es lo que le agrada
al Sabio por excelencia:
a Dios, la Divina Esencia:
¡oh sabiduría apreciada!
Inteligencia tener,
saber cual es el camino
a Dios, al Padre Divino:
¡tan necesario entender!
Y cuando de Él no me alejo;
lo recibido, a dar;
al desviado orientar:
¡ese es el don de consejo!
Para la fe, la firmeza;
en pruebas, dificultades,
y, del mal, las tempestades:
¡la importante fortaleza!
Cristo siempre en la conciencia;
escuchar lo que Él me dice,
y al hacerlo me bendice:
¡el actuante don de ciencia!
Atento a necesidad
de los otros, el dolor;
como Cristo, dar amor:
¡la compasivo piedad!
A Dios, el sumiso amor;
no es miedo el respeto santo
hacia quien me ha amado tanto;
grande don: ¡de Dios, temor!
Siete dones te he pedido,
ya tu soplo se respira
y agua santa se transpira;
¡ya me siento estremecido!
Amén.