contacto al Excelso
en lenguaje relso,
del cielo unción;
ninguna palabra
si no hay sentimiento;
no sea fingimiento
tras abracadabra;
mucho agradeciendo
al Amor que me ama;
que suba la flama
no solo pidiendo;
mejor el silencio;
que el Espíritu hable
blandiendo su sable,
cortando lo necio.
Que así hable con Dios
sin ningún libreto,
el ánimo quieto
¿la lógica?: ¡adiós!;
que sea llanto y gozo
bien emulsionado;
por Dios, escuchado,
en santo alborozo.
Amén.