Sarmiento

(Juan 15,5: Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer)
Tu Palabra, en transfusión,
como savia de la vid
al sarmiento sea el quid
para mantener pasión
y dar fruto en conversión.
Ven viñador haz tu injerto,
conviérteme en un sarmiento,
a tu vid, muy bien unido;
de corazón te lo pido
pues suelto no me alimento.

Amén.