Somos ceniza andante,
humus de lo que es perecedero;
del cosmos, polvo errante,
que ya sin ser viajero
será el habitante de un osero.
Humana realidad
centro de un torbellino mental:
¡la transitoriedad,
eclipse existencial!;
ahí fe y conversión son dúo vital;
fe en quien, como alborada
a lo oscuro, trae su luminiscencia:
Jesús, Dios y luz dada;
conversión y creencia
a Él, fuente de vida en trascendencia.