(Juan 2,3: Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino»)
Nuestra Señora de las Mercedes,
mi virgencita de los favores;
tú, para paliar mis sinsabores,
ante tu Hijo, por mi intercedes,
realiza Él cuanto tú concedes
a aquellos que padecen dolores;
presenta mis penas, son horrores
que golpean tan duro como arietes
que golpean tan duro como arietes
¡qué se abran estos férreos grilletes!
porque, cárceles son, los temores.
Amén.