Te fuiste y volviste

(Juan 14,28a: Me han oído decir: «Me voy y volveré a ustedes»)
Fuiste y volviste, Señor;
presente estás cada día
en los sencillos y humildes
de quienes eres la vía;
también en los sacramentos,
y siempre en la Eucaristía.
Hazme verte hoy, Jesús,
que siempre ame, sin falsía,
y, en los otros vea tu rostro,
al servir con alegría.
De una manera directa,
cuando a mi me llegue el día,
contemplarte cara a cara
ahora es la esperanza mía;
dame espera con sosiego,
mucha paz, y vida pía.

Amén.