Radiante orto

(Mateo 17,2: Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz)
A tu lado está el conforto,
Señor, la inefable paz
que la impronta de tu faz
me deja, al verla, absorto.
Quiero este radiante orto,
mi Tabor, de ti, la gnosis,
retenerlo para dosis
del divino amor ingente.
¡Transfigúrame la mente,
y venceré, del mal, la hipnosis!