(Juan 11,25-26a: Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás»)
Dame, Señor, como a Lázaro vida
para que pueda vencer a la muerte;
y poder por siempre, a tu lado, verte
luego de despertar mi fe dormida.
Levántame ahora de esta caída,
quita la losa con tu mano fuerte,
infunde tu aliento a mi alma inerte,
y muéstrame tu rostro en la acogida
al abrazarme como bienvenida
cuando, por ti, de la muerte despierte.
Amén.