(Mateo 3,13: Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él)
y llega a ser bautizado,
de Dios, el Hijo encarnado,
que una nueva etapa inicia.
Renuente estaba el Bautista
¿bautizar al que he anunciado?
se diría muy intrigado:
¡no merezco tanta dicha!
Cumplamos toda justicia,
dice el divino iniciado.
El Espíritu ha bajado,
el cielo abrió su cortina,
ángeles cantan con risa,
y el Padre de gozo ha hablado:
"Este es mi hijo amado".
¡Se inicia quien da la vida!